miércoles, 11 de diciembre de 2013

Quien eres?

Si es que no lo has hecho aún, en algún momento pronto comenzarás a preguntarte:
"¿Por qué estoy aquí?" y "¿cuál es mi propósito?"
El viaje de liberación y el destino se ha iniciado, ya que es esta cuestión  lo que impulsa a uno hacía el despertar. 

En pocas palabras, te conviertes en un buscador de tu propia verdad , la verdad que ya existe dentro.


Los científicos saben ahora que el ADN puede ser directamente afectado por nuestras palabras, pensamientos y emociones y que también puede afectar el ADN de otros a miles de kilómetros de distancia.

También se ha descubierto que el ADN absorbe y libera fotones o luz y que esta puede ser su principal fuente de alimento, por lo que el concepto de la nueva era del "trabajo de luz" de repente toma proporciones tangibles.

Por encima de todo, los científicos han descubierto que la energía esencial que más afecta al ADN es elamor.

El amor tiene un efecto específico sobre nosotros:
"Una mayor coherencia, mayor organización, mayor estructura y mayor cristalización -. Todos estos efectos nos muestran que los campos de energía, las moléculas y las células de nuestro cuerpo están trabajando en una mayor armonía y unidad, por primera vez, este hecho nos da una definición científica del amor."
Más y más de la humanidad está comenzando a darse cuenta de una de las más grandes verdades:
explorar y comprender el sentido de lo que somos en el nivel más esencial es una de las búsquedas más profundas e inspiradoras de la curación en las que podemos participar.
Mientras los grandes cambios en nuestro mundo siguen instando a todos los ámbitos de la vida a transformarse, la humanidad se está despertando a un ritmo creciente a su increíble potencial y está expandiendo su identidad en una forma gloriosa.

Tenemos que reconocer que se vuelve nuestra opción el trascender a otro nivel (frecuencia o conciencia) para que podamos participar en la co-creación de una nueva y especial era, un tiempo para todas las cosas positivas, un tiempo para imaginar, un tiempo de fraternidad total.

El propósito general de las lecciones de vida es la de catalizar el crecimiento de uno, de aumentar la fuerza del alma. En nuestro caso, esto a menudo requiere experiencias cargadas de emociones, porque las emociones proporcionan un tipo de energía que aumenta temporalmente o retrasa lo que somos capaces de hacer en función de cómo son utilizadas.

Sin este impulso, nos resistiríamos a trascender los límites o a explorar nuevos caminos, porque nuestra motivación dependerá únicamente de las viejas formas de ser y hacer.

El uso eficiente de las emociones en una experiencia de aprendizaje aumenta la fuerza del alma y expande el conocimiento y, posteriormente, nada más que la nuevamente encontrada comprensión se requiere como motivación cuando se enfrentan experiencias similares en el futuro.

Por otro lado, las emociones pueden retardar el progreso si éstas limitan lo que usted siente que puede hacer.

Tenemos que aprender a separar las emociones que nos limitan de las que nos abren a nuevas posibilidades. El valor de las emociones positivas y negativas depende de lo que hagamos con ellas. La energía emocional positiva puede ser utilizada directamente para poner el conocimiento a la acción con entusiasmo.

Visto en su forma más elemental, la transformación /el cambio/ es algo a lo cual la mayoría de nosotros hemos sido condicionados a mezclar con la ansiedad e incluso el miedo. Esto no es sólo un proceso de normas sociales, sino incluso de la naturaleza del ego o un sentido separado de sí mismo como se describe en ciertas tradiciones espirituales.

Amor significa compasión, bondad, cuidado, dar, compartir e inocuidad.

En consonancia con convertirnos en aquello que deseamos ver cada vez más en este mundo, debemos convertirnos en Amor. Hay que centrarse, no en aquello que creemos que está mal en el mundo, sino más bien en cómo el amor y la armonía traerán el equilibrio de vuelta al mundo. Debemos estar dispuestos a aventurarnos más allá de los parámetros limitados y seguros en los que hemos vivido durante mucho tiempo nuestras vidas, moviéndonos hacia los dominios ilimitados.

El amor por uno mismo es esencial para el camino espiritual, no como una búsqueda narcisista, sino como algo mucho más profundo y más maduro. Al amarse a uno mismo, uno tiene la intención de servir lo más alto de sí mismo en la medida de su capacidad en todo momento. Esto significa cuidar todos los aspectos del ser y no abusar de uno mismo de ninguna manera.

Esto significa atraer cualquier parte de uno sumergida en la sombra hacia la esfera iluminada de nuestra conciencia para ser trabajada, no almacenada, escondida o reprimida.

Esto significa tratar cada situación, sin importar cuán terrible pudiera ser, como algo para servir con lo mejor de nosotros y fundirla, en la medida de lo posible, con nuestra presencia, encarnando la fuerza de la unión tan conectada con el amor.

Esto no significa que si una situación es desagradable que permanezcamos en ella, sino sólo para estar completamente consciente de sí mismo para saber cómo erigir los límites necesarios en un momento determinado o actuar en consecuencia, y no reaccionaren desarmonía.

En última instancia, mientras más presentes estemos, o unidos/con amor del momento, más capaces seremos de actuar desde una mayor profundidad.

La mayoría de nosotros estamos actualmente sintiendo este desafío a nuestra propia condición mientras las cosas empiezan a transformarse con mayor rapidez e intensidad. Esto no es realmente otra cosa que las fuerzas que están tratando de desmantelar esta identidad acondicionada del ser (el yo), ya que es una sensibilidad limitada que nos impide realmente darnos cuenta y actualizar el increíble potencial que es natural a toda la vida.

Estos cambios se lavan a través y alrededor de nosotros y realmente no hay necesidad de temer, porque mientras nuestro ser condicionado es inevitablemente arrastrado, nos maravillaremos de lo que yace debajo y alrededor.

Nos maravillaremos de la amnesia que realmente hemos estado sufriendo durante eones. De hecho, todos tenemos el poder del libre albedrío y el sufrimiento o la felicidad que estas transformaciones pueden suponer realmente vienen a nuestra propia elección en la forma de percibir y actuar a través de ellas.

Deberían ser nuestras aspiraciones el ayudar a apoyar el esfuerzo creciente y continuado para abarcar, no sólo estas transformaciones, sino también ayudar a la gente a participar de su mayor sentido de sí mismo y, finalmente, comenzar a convertirnos en fuerzas creativas de transformación en el mundo a nuestro alrededor al ir elevando la totalidad de la realidad con la intención positiva hacia una mayor armonía.

A medida que comenzamos a expandir la conciencia espiritual, comenzamos a darnos cuenta de que hay más a la vida y el universo, de lo que parece. La creación es, sencillamente, demasiado asombrosa y extraordinaria para ser considerada irregular o caótica.

Hay una unidad que lo impregna todo.

A medida que nuestra conciencia espiritual continúa creciendo, nos vamos a encontrar a nosotros mismos comprendiendo la conexión subyacente de todo, hasta que eventualmente nos demos cuenta de que los demás son en realidad parte de nosotros mismos, que nosotros somos una parte de ellos, que todos somos uno. Tal cosa juega estupendamente bien con el código maya yucateco de honor, en Lak'ech lo que significa Yo soy otro tú mismo.

Esto es realmente acerca de hacer un Cielo en la Tierra (o cualquier palabra que se usted desee utilizar para describir algo mejor y más brillante).

Y lo que es sorprendente es que a medida que los sistemas que nos han limitado caen, se nos invita a crear otros nuevos a su paso, sabiendo que ahora, en el diluvio de la gran era de la información de la que vivimos, que estos nuevos brotes de crecimiento humano y creatividad e ingenio vienen de quizás el mayor estanque de la comprensión y la sabiduría!

Nunca antes ha habido tanta unidad en nuestro planeta, tal comprensión de la cultura, tal innovación, en todos los campos de expresión!

Esto está más allá de lo emocionante.

Si usted apaga la incesante corriente de la negatividad que sale de los órganos de difusión del viejo orden del mundo (los medios de comunicación, por ejemplo), y he aquí, lo que está ocurriendo en nuestro planeta, sin duda llegarán a darse cuenta de que están, literalmente, atestiguando y creando los comienzos de la Edad Dorada.

BIOCENTRISMO "Una Nueva Teoría del Universo"



Robert Lanza afirma que la teoría del biocentrismo 
dice que la muerte es una ilusión 
Él dijo que la vida crea el universo, y no al revés 
Esto significa que el espacio y el tiempo no existen
en la forma lineal que pensamos que existe 
Utiliza el famoso experimento de la doble ranura para demostrar su punto 
Y si el espacio y el tiempo no son lineales,
entonces la muerte no tampoco puede existir
en ningún "sentido real"





La mayoría de los científicos probablemente dirían que el concepto de la otra vida es o una tontería, o por lo menos, no podía probarse.

Sin embargo, un experto afirma que tiene pruebas para confirmar una existencia más allá de la tumba - Y que se encuentra en la física cuántica. El profesor Robert Lanza afirma que la teoría del biocentrismo enseña que la muerte tal como la conocemos es una ilusión creada por nuestra conciencia.




El profesor Robert Lanza afirma que la teoría del biocentrismo enseña que la muerte como la conocemos, es una ilusión.
Él cree que nuestra conciencia crea el universo, y no al revés, y una vez que aceptamos que el espacio y el tiempo son "herramientas de la mente ', la muerte no puede existir en 'ningún sentido real", tampoco.




El profesor Robert Lanza, en la foto,

Explica la teoría en su libro Biocentrismo: De Cómo la Conciencia y la Vida
son las claves para entender la verdadera naturaleza del Universo

"Creemos que la vida es sólo actividad de carbono y una mezcla de moléculas - que vivimos un tiempo y después nos descomponemos en el suelo", dijo el científico en su sitio Web.

Lanza, de la Wake Forest University School of Medicine en Carolina del Norte, continuó diciendo que, como seres humanos creemos en la muerte, porque "se nos ha enseñado que morimos", o más específicamente, nuestra conciencia asocia la vida con cuerpos, y conocemos la muerte del cuerpo.

Su teoría del biocentrismo, sin embargo, explica que la muerte no puede ser tan terminal como creemos que es. El biocentrismo es clasificado como la teoría del todo y proviene de la palabra griega para "centro de vida".

Es la creencia que la vida y la biología son centrales a la realidad y que la vida crea el universo, y no al revés.

Esto sugiere que la conciencia de una persona determina la forma y el tamaño de los objetos en el universo.

Lanza utiliza el ejemplo de la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Una persona ve un cielo azul, y se le dice que el color que están viendo es azul, pero las células en el cerebro de una persona pueden cambiarse para que mire el cielo de color verde o rojo.

TEORÍA DE LANZA DEL BIOCENTRISMO Y EL MÁS ALLÁ

El biocentrismo es clasificado como la Teoría del Todo y proviene de la palabra griega para "centro de vida". Es la creencia de que la vida y la biología son centrales a la realidad y que la vida crea el universo, no al revés.

Lanza utiliza el ejemplo de la forma en que percibimos el mundo que nos rodea.
Una persona ve un cielo azul, y se le dice que el color que están viendo es azul, pero las células en el cerebro de una persona pueden ser cambiadas para que mire el cielo de color verde o rojo.

Nuestra conciencia tiene sentido del mundo, y puede ser alterada para cambiar esta interpretación.



Al observar el universo desde el punto de vista biocéntrico, esto también significa que el espacio y el tiempo no se comportan de la manera dura y rápida que nuestra conciencia nos dice que se comporta.

En resumen, el espacio y el tiempo son "meros instrumentos de nuestra mente."

Una vez que esta teoría sobre el espacio y el tiempo son construcciones mentales es aceptado, significa que la muerte y la idea de la inmortalidad existe en un mundo sin fronteras espaciales o lineales.

Los físicos teóricos creen que hay infinidad de universos con diferentes variaciones de personas y situaciones que tienen lugarsimultáneamente.

Lanza añadió que todo lo que posiblemente puede ocurrir está ocurriendo en algún momento a través de estos multiversos y esto significa que la muerte no puede existir en ‘ningún sentido real’ tampoco.

Lanza, en cambio, dice que cuando morimos, nuestra vida se convierte en una,
"flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso".

"En pocas palabras: Lo que se ve no puede estar presente sin su conciencia", explicó Lanza. "Nuestra conciencia le da sentido al mundo."

Al observar el universo desde el punto de vista biocéntrico, esto también significa que el espacio y el tiempo no se comportan de la manera dura y rápida que nuestra conciencia nos dicen que hace.

En resumen, el espacio y el tiempo son "meros instrumentos de nuestra mente."

Una vez que esta teoría sobre el espacio y el tiempo son construcciones mentales es aceptado, significa que la muerte y la idea de la inmortalidad existe en un mundo sin fronteras espaciales o lineales.

Del mismo modo, los físicos teóricos creen que hay infinidad de universos con diferentes variaciones de personas y situaciones, que tienen lugar de forma simultánea.



Lanza cita la prueba de la doble rendija, en la foto, para respaldar sus afirmaciones.
Cuando los científicos observan que una partícula pasa a través de dos rendijas, la partícula pasa a través de una ranura o la otra.

Si una persona no lo ve, actúa como una onda y puede irse a través de las dos rendijas al mismo tiempo.

Esto significa que sus cambios de conducta están basados ​​en la percepción de una persona Lanza citó el famoso experimento de la doble rendija para respaldar sus reclamaciones.

DE CÓMO EL EXPERIMENTO DE LA DOBLE RENDIJA APOYA LA TEORÍA DE LANZA

En el experimento, cuando los científicos miran una partícula pasar a través de dos ranuras en una barrera, la partícula se comporta como una bala y pasa a través de una ranura o la otra.

Sin embargo, si una persona no ve la partícula, se comporta como una onda. Esto significa que puede pasar a través de ambas rendijas al mismo tiempo.

Esto demuestra que la materia y la energía pueden mostrar características tanto de ondas como de partículas, y que el comportamiento de las partículas cambia basado en la percepción y la conciencia de una persona.

Y continuó:

"La vida es una aventura que trasciende nuestro modo lineal ordinario de pensar. Cuando morimos, no lo hacemos aleatoriamente en la bola de billar-de-la-matriz sino en la ineludible matriz de la vida'.

La teoría completa de Lanza es explicada en su libro 'El Biocentrismo - Cómo la Vida y la Conciencia son las Claves para Entender la Verdadera Naturaleza del Universo' (Biocentrism - How Life and Consciousness are the Keys to Understanding the True Nature of the Universe).

jueves, 28 de noviembre de 2013

El Águila y el Ego



En la espiritualidad moderna, se habla mucho acerca del “ego”. Yo no me enfoco mucho en el ego, como he visto a muchas personas atrapadas en el esfuezo de pelear contra él o tratando de destruirlo. Esto proviene de un error muy común: la idea de que el ego es intrínsecamente malo, o incluso el mal.

No hay nada malo con el ego. Es sólo una protección. El ego es la personalidad individual, las máscaras y defensas que usamos para ocultar nuestra inseguridad. Para explicar esto, a menudo uso la analogía siguiente:

Imagina que eres un huevo. En el interior está un águila bebé. Este águila representa el amor-conciencia, tu verdadero yo, tu potencial pleno. Sin embargo, no sabemos que ese águila existe; por ahora, somos sólo un huevo. La cáscara representa al ego. La función de la cáscara del huevo es proteger aquello que aún no está maduro, escudar al águila bebé del mundo, hasta que esté listo. Esta cubierta puede presentarse como falso orgullo o arrogancia, como inseguridad o humildad fingida.

El ego es la voz que nos dice que hay algo malo con nosotros, que debemos ser diferentes. Es la voz que siempre está tirándonos hacia abajo, que nos mantiene pequeños, dubitativos, desconfiados o preocupados. Pero, ¿hay algo malo con la cáscara de huevo? No. Sólo está haciendo su trabajo, proporcionando la protección necesaria hasta que el águila haya crecido fuerte. Cuando el águila bebé es lo suficientemente grande, se empieza a resquebrajar la cáscara. Lo mismo ocurre cuando nuestra conciencia comienza a expandirse: de pronto el águila es demasiado grande, para ser mantenido en las limitaciones del ego, y éste comienza a deshacerse naturalmente.

En tu viaje hacia el despertar, no trates de destruir el ego o luchar contra él; en lugar de eso, enfócate en el cultivo del águila en tu interior. Cuando tu conciencia haya madurado, el ego se desprenderá naturalmente, sin ningún esfuerzo por tu parte, porque ya no queda nada que proteger.

10. Reprimir la ira, el enojo, el miedo por estar en el camino espiritual



Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.

Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. 

Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse. En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento.

Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible.

Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.

La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones.

Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir, evitando arrojar tu malestar sobre otros.

Todo lo que hagas hacia otro te será devuelto con creces, al margen de que sea “bueno” o “malo” lo que hayas vertido.

9. Creer que los maestros espirituales son aquellos que nos proveen de la información teórica



Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no.

El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego. De hecho son excepcionalmente pocos quienes viven auténticamente lo que predican.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás.

Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas.

Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no.

Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

8. Creer que uno puede guiar a otros o ser guiado



Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego.

La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán. 

Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.

No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.

El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. 

Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Pero evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado.

Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.

7. Depender de amuletos



Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) producen cambios en nuestra vibración personal y ayudarnos en el proceso curativo.

También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces “para bien”, otras “para mal”.

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales.

El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen. 

Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla. De esta forma co-crean su propio infortunio pues vivimos en un Universo Mental.

“Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente. Pero para ello primero hay que conocerse a si mismo. Solo así podrás amarte a ti mismo, que es el primer requisito para poder amar a otro.

6. Sacrificarse por los demás



No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse.

Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo. 

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas! que sean incondicionales!!! asi crecerás en tu corazón.

Hay una manipulación tácita, en que la mayoría demanda de los demás algún tipo de retribución por las cosas que nos dan, que han hecho supuestamente a nuestro favor, arrogándose el derecho de reclamarlo o sacarlo a relucir a manera de demostración de lo bueno que son o que hemos sido.

Los hijos no le deben nada a los padres… como tampoco los padres a los hijos, cada cual eligió antes de venir sus parientes, amigos y parejas, ha sido una decisión perfecta en el reino de las almas.

Es preferible sentirse feliz y alegre por la oportunidad que nos dan en este teatro dramático de la vida, para experimentar, jugar y aprender… aunque a veces nos duela o tengamos sufrimientos a la medida de nuestras ignorancias o aquello que no hemos entendido ni aprendido para cumplir con nuestras misiones de vida individuales.

Cuando estemos en el salón de la verdad, frente a nuestro libro de leyenda personal no habrá que si él, o aquél, etc… que si hicimos o no hicimos porque… nada de eso… solo valdrá cómo continuar mejorando, aprendiendo y expandiendo nuestra sabiduría espiritual (integral) para poder cada vez ampliar más la comprensión universal.

5. Creer que uno ha sido elegido por DIOS



Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.

Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida. 

Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.

Todos somos iguales ante los “ojos” de Dios. En realidad no existe tal Dios como lo que está pintado en las imágenes de la mayoría de las religiones estructuradas. Solo hay Existencia, el poder de la Vida, en sus multidimensionales e infinitas manifestaciones.

Para La Existencia nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo existencial.

4. Angustiarse y preocuparse cuando un familiar esta enfermo o en crisis




En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar.

Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.

Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder, alimentando a la víctima en su propia victimización.

La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.

Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

3. Creer que vamos hacía DIOS




Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente.

Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos. 

Tal vez el “error” provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de Él.

Nosotros y el “cielo” somos uno, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual. Conócete a ti mismo -profundamente- y despertarás de toda ilusión y engaño implantado por agentes exteriores a ti.


2. Energía de luz a otros




Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás. Sin embargo, la mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual.

Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.

Si la persona a ayudar esta inaccesible o inconsciente, habrá que pedírsele permiso a su alma y recibir confirmación de alguna manera antes de proceder.

La mayoría de los problemas o enfermedades son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.

El enviar la luz a la persona podría incluso hasta acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor.

Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.

1. Envolverse en una burbuja


Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros.

Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, todo es dios; por lo tanto, nada puede hacernos daño.

En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal.

Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”.

En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.

Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un “error”.

No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan.

Dicho de otra manera, aquello que sentimos internamente que es así, es lo que toma forma en el mundo externo.

La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos para quienes se encuentran inmersos en los medios masivos de comunicación.

Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá.Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.

Comenzar un nuevo camino Los 10 errores más comunes para llegar al camino espiritual




Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos “sacrificios” con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.

La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”.

En realidad los errores como tales no existen, pues todo nos conduce a un necesario aprendizaje. Todo es un asunto de consciencia que solo puede expandirse a partir de las vivencias que nosotros mismos hemos invocado, sin juicio alguno si tales experiencias son “buenas” o “malas”.

El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta.

El Universo tiene sus “teclas” y la metafísica nos las enseña. ¿Cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer “errores” y a frustrarse en sus expectativas.

La mayoría de las creencias aquí enunciadas están generadas por la actitud crítica de nuestro propio ego.

El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”.

Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interno, nunca podemos fallar.

Los 10 errores más comunes para llegar al camino espiritual

  1. Envolverse en una burbuja de protección
  2. Energía de luz a otros para que mejoren
  3. Creer que vamos hacía Dios
  4. Angustiarse y preocuparse cuando un familiar esta enfermo o esta en crisis
  5. Creer que uno ha sido “Elegido” por Dios
  6. Sacrificarse por los demás
  7. Depender de amuletos, estampas religiosas
  8. Creer que uno puede guiar a otros o que puede ser guiado
  9. Creer que los maestros espirituales son aquellos que nos proveen de la información teórica
  10. Reprimir la ira, el enojo, el miedo por estar en el camino espiritual

martes, 29 de octubre de 2013

EL MUNDO ESPIRITUAL



Has hablado al principio de que la vida del espíritu no comenzaba con el nacimiento.

Así es.
¿Y qué hay antes del nacimiento?
Lo mismo que después, VIDA, alternándose los periodos de vida sin estar ligado al mundo físico con los periodos en que el ser vuelve al mundo físico, encarnando en un recién nacido.
¿Entonces la vida no comienza con el nacimiento?
No.
¿Y todos hemos vivido otras vidas antes que la actual?
Sí.
¿Y dónde se supone que estamos antes de nacer?
En el mundo espiritual.
¿Y qué es lo que ocurre después de morir?
El espíritu se desprende del cuerpo físico y regresa al mundo espiritual, que es de donde ha venido. Es decir, continúa su vida sin estar ligado a la materia. Dicho de otro modo y para resumir, el espíritu procedente del mundo espiritual se liga al mundo físico, encarnando en un recién nacido, pasando una etapa encarnado físicamente, hasta que se produce la muerte de su cuerpo. Es ese momento se desvincula de él y regresa al mundo espiritual. Esta máxima acerca del origen y el destino del ser humano, ya fue enunciada por Jesús en una sencilla frase cargada de significado y que no ha sido completamente entendida hasta ahora, y que está recogida en el evangelio de Juan (3, 13): “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo.”


Ya pero ¿en qué condiciones volvemos a ese mundo espiritual? Es decir,

¿estamos despiertos? ¿Somos conscientes de lo que nos ha ocurrido o, como creen algunas religiones, nos quedamos en un estado de aletargamiento hasta que suceda algo “al final de los tiempos”?


Todo lo contrario, se es más consciente de la realidad cuando se está en el mundo espiritual que cuando se está encarnado. No penséis que por el hecho de desencarnar el espíritu pierde la conciencia, ni entra en un estado de somnolencia perpetua. Al contrario, admitiendo que el espíritu pueda pasar por una etapa de confusión de tiempo variable, que depende de la evolución del espíritu y de las circunstancias en las que desencarnó, el espíritu se enfrenta a su auténtica vida real y toma conciencia, entre otras cosas, de cuál es el objetivo de las encarnaciones. Por supuesto, tiene una ocupación en interacción con otros seres, en un mundo tan real o más que el vuestro, ya que vuestro mundo es una imagen distorsionada, apenas un reflejo, del mundo espiritual.

Ya, pero ¿dónde va exactamente?
Lo que normalmente ocurre es que cada espíritu, después de desencarnar, se sitúa en el plano del mundo espiritual que corresponde a su estado evolutivo. Y esto depende del comportamiento que haya tenido el espíritu durante la encarnación respecto a la ley del amor. El destino final del espíritu es siempre regresar a su hogar espiritual. Sin embargo, aquellos espíritus delincuentes, que han realizado grandes actos en contra de los demás seres de la creación, quedarán atrapados por el peso de sus acciones en el nivel vibratorio más bajo del astral inferior. En el extremo opuesto, el espíritu que haya vencido gran parte de su egoísmo y que se haya comportado amorosamente, se elevará hacia las franjas vibratorias más altas del astral superior. Entre esos dos extremos, existen multitud de niveles intermedios en los que se situará cada espíritu conforme a su grado de elevación espiritual y su comportamiento respecto a la ley del amor.

Espera un poco porque me estoy perdiendo. ¿Me puedes aclarar qué significa esto del “nivel vibratorio” y qué tiene que ver con el estado evolutivo?

El nivel vibratorio hace referencia a la manifestación en el plano energético del estado evolutivo del espíritu. Podemos decir que la manifestación del amor en el plano astral o energético es la vibración de alta frecuencia. Por lo tanto, la vibración de alta frecuencia corresponde al cuerpo astral de los espíritus más avanzados, con mayor capacidad de amar y desprendidos del egoísmo. La vibración de baja frecuencia es la propia de los espíritus poco avanzados y que todavía actúan con egoísmo. Entre esos dos extremos existen espíritus de niveles intermedios de evolución y, por lo tanto, de niveles intermedios de vibración. Cada uno de ellos, dependiendo de su estado evolutivo, después de la desencarnación se situará en el plano correspondiente a su nivel vibratorio.
No entiendo nada. Me estás hablando de mundo espiritual, de niveles vibratorios, planos energéticos, de astral inferior y superior, pero me resultan términos ambiguos que no sé lo que significan exactamente ni a qué se refieren. ¿Me podrías describir cómo es ese supuesto mundo espiritual, dónde se sitúan exactamente esos niveles vibratorios energéticos o como quiera que se llamen de los que hablas y qué significa eso de astral inferior y superior?
Describir el mundo espiritual en todo su detalle a alguien encarnado que no puede en ese estado apreciarlo en toda su extensión es algo muy difícil. Es como intentar explicar lo que es el color a un ciego de nacimiento. Pero intentaré aclarar algunas cosas al respecto, sobre todo de aquellas partes del mundo espiritual de las que las ideas o creencias religiosas han dado una visión equivocada o deformada respecto de la realidad.
Lo primero, he de decirte que el mundo espiritual no es un lugar difuso o vacío donde no existen formas y donde los espíritus vagan ociosos sin saber adónde ir. Es un mundo real, palpable, que ha existido y existirá siempre, y que es el auténtico hogar del espíritu, ya que, a diferencia de los mundos físicos, que tienen un principio y un final, nunca puede ser destruido.
Ya, pero si es tan real ¿por qué no podemos verlo?
El hecho de que no sea visible para vosotros no significa que no exista. Cuando estáis encarnados, vuestras percepciones están limitadas a lo que son capaces de captar vuestros sentidos físicos. Por ejemplo, vosotros definís la luz como un conjunto de ondas que vibran en diferentes frecuencias. El espectro de luz visible que vosotros podéis ver está limitado a los siete colores del arco iris, aumentando desde el rojo hasta el violeta la frecuencia vibratoria de la luz. Sin embargo, existe luz por encima y por debajo de esa gama de frecuencias que vosotros no podéis ver, pero que igualmente existe y que habéis sido capaces de detectar mediante aparatos. Por encima de la frecuencia del color violeta, está la luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Por debajo de la frecuencia del rojo, están los rayos infrarrojos, las microondas y las ondas de radio y televisión. Algo semejante ocurre con la percepción respecto al mundo espiritual.
Siguiendo con la analogía de las ondas luminosas, podría decirse que el mundo espiritual se mueve en un rango de frecuencias que vuestros sentidos no pueden captar, y que dentro de ese rango existen frecuencias de mayor y de menor vibración.
Pero si existe debe estar compuesto de algo. Sabemos que la materia de nuestro mundo está compuesta diferentes tipos de átomos agrupados en distintos grados y formas, y de las combinaciones de estos átomos surge la materia, de la cual está hecho nuestro mundo, teniendo sus propiedades físicas particulares. En el caso del mundo espiritual ¿existe alguna materia prima a partir de la cual se forme todo lo demás?
Sí, la podríais llamar esencia vital o principio espiritual.
¿Y cuál es su naturaleza?
Esto es complicado de explicar pero os daré algunas pistas para entenderlo. Por los trabajos de Albert Einstein y el desarrollo posterior de la Física Cuántica, sabéis que la materia no es más que una forma de energía condensada, que los átomos se pueden descomponer en partículas más simples y que de esta descomposición una parte de la materia se transforma en luz. Por lo tanto, aunque la luz y la materia tienen propiedades tan distintas, hasta el punto de que parecen cosas independientes, la diferencia entre la luz y la materia no es su esencia, sino su estructura y grado de condensación. Si os cuesta de entender, imaginad lo que ocurre con el agua, que muestra propiedades tan diferentes en estado sólido (hielo), líquido y gaseoso (vapor), aunque su composición sigue siendo siempre la misma, sólo porque varía la movilidad o estado vibracional de sus moléculas. Éstas están más estáticas en el hielo, menos en el agua líquida y todavía menos en el vapor. Tomando este ejemplo como modelo, podemos decir que el universo físico es la forma más condensada que existe de la esencia vital, y en ese estado manifiesta una serie de propiedades y sigue una serie de leyes que la Física intenta conocer. Pero existen niveles de condensación intermedios entre el universo puramente espiritual y el universo físico, que se pueden agrupar, desde el más sutil hasta el más denso, en espiritual, mental, astral (o energético) y material (o físico), cada uno de ellos con unas propiedades y leyes particulares. Estos mundos no están separados unos de otros, sino que están perfectamente interrelacionados, de modo que no pueden existir las formas más condensadas al margen de las más sutiles.
Entonces, ¿hay una diferencia entre los términos “mundo astral” y “mundo espiritual”?, porque a veces me da la sensación de que los empleas como términos equivalentes.
Sí hay diferencias. Como digo, el mundo espiritual es el plano de donde surge todo lo demás y es indestructible, mientras que el mundo astral es la manifestación del mundo espiritual en el plano energético. O sea, que se trata ya de una forma muy condensada de la esencia vital, aunque no tanto como el mundo material. El mundo astral es mutable y está sometido a procesos periódicos de generación y degeneración. Lo que pasa es que cuando hago referencia al mundo espiritual, es verdad que lo utilizo para referirme a la suma de los tres mundos más sutiles (espiritual, mental y astral) y que escapan a vuestra percepción, en contraposición al término “mundo físico”, que hace referencia al mundo que vosotros conocéis. El hecho de que utilice un término u otro dependerá el contexto o el énfasis que quiera dar a algún aspecto del mismo. Normalmente “mundo espiritual” lo utilizaré como término más general y amplio, mientras que “mundo astral” es un término más concreto, por ser la parte del mundo sutil más cercana al mundo físico.
Me hago una idea de lo que dices, pero, cuando hablas de mundo astral ¿a qué te refieres concretamente?
Cada planeta físico esta ligado con su correspondiente planeta energético o astral, que está superpuesto a él, pero que es mucho más extenso en tamaño que el planeta físico, aunque mucho más sutil en su naturaleza. Digamos que si el planeta físico es del tamaño de un grano de café, el del planeta astral podría ser equivalente al tamaño de un balón de fútbol, pero de naturaleza energética, quedando el grano de café en el centro del balón de fútbol. El planeta físico no podría existir sin el planeta astral, ya que es este último el que lo vitaliza energéticamente y mantiene su estructura y funcionamiento. Dentro de este mundo astral existen diferentes niveles o capas vibratorias que se diferencian por su densidad, estando las capas más densas más cercanas a la superficie del planeta físico y las más sutiles progresivamente más alejadas. Cada una de ellas tiene estructura geológica y naturaleza propias. Existen valles, montañas, ríos, flora y fauna, aunque existen diferencias entre ellas, siendo la naturaleza más bella y perfecta en las capas más sutiles que en las más groseras. Podemos decir que la naturaleza en el mundo físico es un reflejo inacabado de la naturaleza astral y que todo lo que existe el mundo físico ha sido antes ensayado en el mundo astral. ¿Y hay vida en ese planeta astral? Este globo o planeta astral está lleno de vida, y es el hogar de los espíritus y formas de vida no encarnada ligados al planeta Tierra. Es el origen de la mayoría de los seres que nacen y el destino de los que mueren en vuestro mundo físico. Cuando antes he dicho que el espíritu cuando desencarna vuelve al mundo espiritual, lo que ocurre normalmente es que el espíritu se sitúa en uno de esos niveles vibratorios del planeta astral, el que se corresponde con su nivel energético, que depende a su vez de su nivel espiritual. Nosotros nos encontramos ahora en uno de esos niveles, y la naturaleza que observas a tu alrededor es la propia de este nivel vibratorio.
Dices que hay espíritus viviendo en el mundo astral y que son los que encarnan en la Tierra. Me gustaría saber algo más de ese mundo y de sus habitantes, y también de qué depende que nos situemos en un nivel u otro del mundo astral después de morir. ¡Ah! Y que me expliques de una vez a que te refieres con eso de astral superior e inferior, porque ¡todavía no lo has hecho! ¡Vale! Como ya he dicho, puesto que hay espíritus habitando en cada una de esas franjas vibratorias del mundo astral, también han creado a partir de los elementos naturales su propia civilización. A medida que el espíritu evoluciona, es decir, se va desprendiendo del egoísmo y se vuelve más amoroso, su actuación en el amor le hace aumentar su frecuencia vibratoria, lo cual le permite ascender hacia los planos vibratorios que están de acuerdo con su nuevo nivel evolutivo.
Conforme esta ley de correspondencia vibratoria, los espíritus más avanzados, que tienen naturaleza más sutil, habitan en las regiones vibratorias más sutiles y más alejadas de la superficie terrestre, mientras que a medida que descendemos hacia capas progresivamente más densas, iremos encontrando comunidades de espíritus menos avanzados, cuya naturaleza es más densa. Como consecuencia de esto, la civilización es más perfecta y avanzada en lo moral y en lo técnico en las capas más sutiles que en las más densas. Aunque se trate de una división puramente arbitraria, podemos agrupar estos distintos niveles vibratorios en astral inferior, medio, y superior, según se aumenta en vibración o se disminuye en densidad. Los espíritus del astral superior tienen ya muy claro cuál es el destino del espíritu y están en fase de evolución consciente. Centran toda su voluntad y esfuerzo en avanzar espiritualmente y en ayudar a avanzar a los espíritus que están menos evolucionados, aunque éstos muchas veces no son conscientes de la ayuda que reciben. Y en eso, básicamente, ocupan su tiempo.
En el astral inferior se encuentran los espíritus menos evolucionados espiritualmente, que pueden ser tanto aquellos espíritus todavía jóvenes, en estado primitivo de evolución, como aquellos que habiendo vivido muchas vidas y habiendo desarrollado su inteligencia, todavía no han desarrollado sus sentimientos.
En el astral medio encontraremos los espíritus con un grado de avance intermedio. Es ahí donde van a parar la mayoría de espíritus encarnados de la Tierra después de desencarnar, aunque para llegar hasta aquí muchos hayan pasado algunas etapas más o menos prolongadas en el astral inferior, por haber quedado retenidos temporalmente debido a sus acciones contra la ley del amor, realizadas mientras estaban encarnados.
Por lo que dices, el astral inferior podría equipararse al infierno y el superior al cielo, mientras que el astral medio puede representar el purgatorio ¿no?
Más bien los conceptos de infierno, purgatorio y cielo son una imagen sumamente deformada de la realidad espiritual que estoy exponiendo, con la que guardan escasa correspondencia. Realmente todos los espíritus que han alcanzado el astral superior estuvieron en el pasado en el astral inferior y pasaron por el astral medio. Y si llegaron hasta ahí fue porque por méritos propios fueron progresando espiritualmente en el amor, aumentando así su nivel vibratorio y haciéndose dignos de habitar las regiones que actualmente ocupan. Y todos los espíritus del astral inferior, cuando evolucionen lo suficiente, habitarán un día en regiones astralinas superiores, porque forma parte del proceso de evolución espiritual. Por tanto, no hay lugares creados expresamente para servir de mazmorras, ni el sufrimiento que puede experimentar un ser por estar en el astral inferior dura eternamente.
Pero, según lo que dices, sí es cierto que los “malos” acaban yendo a parar al astral inferior y que en ese lugar sufren, ¿no?
Sí. Pero no todos los habitantes del astral inferior son necesariamente “malos” ni todos “sufren”. También el término “malo” es inexacto. Sería mejor llamarlos espíritus rezagados, que han avanzado sólo en inteligencia, pero poco en amor. Como ya he dicho, habitan el astral inferior espíritus primitivos, en los primeros estadios de evolución espiritual como seres individualizados y con libre albedrío. Estos espíritus primitivos no se encuentran mezclados con los rezagados, sino que, estando en la misma franja, se agrupan según su afinidad vibratoria, viviendo en zonas apartadas los unos de los otros. Pero los espíritus primitivos no son desgraciados por estar en el astral inferior, porque es el hábitat que se adecua a su nivel. Son los espíritus rezagados los que sufren porque, aunque no den amor, sí son más sensibles a percibirlo que los primitivos y sufren al percibir su ausencia. Sufren por vivir en compañía de otros seres tan egoístas como ellos mismos. Sufren porque vislumbran una vida mejor y saben que su penosa situación se debe al mal uso que hicieron
de su libre albedrío, por actuar en contra de los demás.
Me cuesta imaginar lo que dices.
Para que puedas entender la diferencia entre lo que siente en el astral inferior un espíritu primitivo y un espíritu rezagado te pondré un ejemplo de tu mundo. Imagina la diferencia entre cómo se puede sentir un primate y un hombre occidental a los que se deja abandonados en la selva. Mientras que el primate vivirá perfectamente feliz e integrado en una selva, para un occidental, acostumbrado a las comodidades de la vida civilizada, vivir en la selva será un suplicio y lo pasará muy mal. ¿Por qué existe el astral inferior, si es un lugar tan horrible?
Porque en el Universo hay un lugar para todos los seres, desde los más primitivos hasta los más avanzados y en cada planeta de nivel semejante al vuestro, el astral inferior es el hogar de los seres que todavía están dando los primeros pasos en el aprendizaje de los sentimientos.
También hay que tener en cuenta que este no es un lugar específicamente creado para los espíritus que han actuado contra la ley del amor. Y si es tan horrible, es porque ellos mismos han creado las condiciones para que estos lugares que habiten sean asfixiantes, por la vibración conjunta que desprenden de su propia bajeza espiritual, al igual que una zona natural puede llegar a convertirse en un autentico vertedero cuando los colonos que acuden a habitar esa región son poco respetuosos con el medio ambiente.
Ahora que hablamos de los espíritus del astral inferior, tengo una curiosidad: ¿existe el Demonio o el Diablo?
No existe ninguna entidad dedicada al mal para siempre, y menos con los poderes de destrucción tan omnipotentes que se le atribuyen a ese supuesto Diablo. Las entidades que habitan el astral inferior son espíritus poco avanzados en el sentimiento. Y, como ya he dicho, esto puede suceder porque se trate todavía de espíritus jóvenes o, porque siendo espíritus ya más o menos viejos, han avanzado poco en el desarrollo de los sentimientos. Aunque haya espíritus en el astral inferior que puedan ser muy inteligentes, y hayan utilizado esta inteligencia para perjudicar a otros espíritus, si todavía no han desarrollado sus sentimientos, no son sabios, porque la sabiduría procede del conocimiento del sentimiento, y son desgraciados, porque viven en el egoísmo y desconocen la felicidad. La envidia de no poseer la sabiduría y la felicidad que intuyen que han alcanzado los espíritus que han vencido el egoísmo y conocen el amor les empuja a obstaculizar con todas sus fuerzas el avance espiritual de sus hermanos encarnados, para que tampoco ellos lleguen a disfrutar la felicidad que emana del amor. Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Por ello, se organizan entre ellos con el objetivo de obstaculizar el progreso de los desencarnados y captar adeptos para sus filas. Pero su capacidad de acción sobre los encarnados es bastante limitada, a no ser que los encarnados, por sus propios actos, se dejen influir por ellos. También su expansión está limitada a las franjas vibratorias más bajas, ya que para alcanzar franjas más altas deberían amar, y puesto que se niegan a hacerlo, se auto recluyen en ese nivel. Luego tienen el problema de estar en constantes luchas entre facciones rivales, porque a consecuencia del egoísmo “todos quieren ser el jefe”. Pero tarde o temprano estos espíritus se cansan de ser “malos”, porque son tremendamente infelices y buscan salir de esta situación. Entonces son rescatados por los espíritus de franjas más elevadas que tienen puestos de socorro en las regiones colindantes a estas regiones inhóspitas. Me dijiste cuando hablamos de los viajes astrales que el espíritu encarnado, una vez liberado del cuerpo, puede viajar hacia donde su
pensamiento le lleva de forma casi instantánea. Así es, pero sólo en los niveles vibratorios compatibles con el suyo propio. ¿Ocurre también que un espíritu desencarnado tiene libertad para viajar por las diferentes franjas del mundo astral? Los espíritus de los niveles superiores gozan de mayor libertad de movimiento y pueden descender a los niveles inferiores, aunque para ellos resulte tan incómodo como para vosotros lo sería caminar por dentro de un lodazal. Los espíritus de niveles inferiores no pueden ascender a niveles superiores hasta que no logren aumentar su nivel vibratorio, y esto sólo se consigue cuando evolucionan espiritualmente.Por lo tanto, los contactos entre espíritus de diferente nivel siempre se realizan descendiendo el más avanzado a la región del menos avanzado. Los espíritus que habitan en las zonas densas del astral inferior encuentran mayor dificultad para moverse en su entorno, pareciendo casi que viven con las mismas limitaciones que tiene un humano  encarnado, ya que la vibración de la “materia astralina” de esa zona es tan baja que se asemeja mucho a la de la materia física. No ocurre así con los espíritus del astral superior, que pueden viajar libremente, aunque para que éstos se manifiesten en el astral inferior y puedan ser vistos por sus habitantes deben ajustar su vibración, y esto les resulta tan penoso como lo es para vosotros el respirar en una habitación llena de humo.
¿Por qué hay esta separación entre niveles?
Esta separación es inherente a la naturaleza del mundo astral e impide que los espíritus poco avanzados puedan infiltrase en las regiones de alta vibración, donde impera el amor, y causen daño a sus moradores.
¿Pero hay algún tipo de conexión entre estas franjas vibratorias o están completamente separadas entre sí?
Las separaciones no son abruptas sino graduales. Al igual que la densidad de la atmósfera disminuye de forma progresiva al alejarnos de la superficie terrestre, así lo hace también la densidad de la materia astralina. Las diversas comunidades del astral están conectadas entre sí y existe un tránsito de espíritus, con la limitación que hemos indicado anteriormente. Es decir, mientras los avanzados pueden moverse libremente por su nivel y los niveles inferiores, los menos avanzados sólo pueden alcanzar niveles superiores aumentando su nivel vibratorio, a través de la evolución espiritual. Las comunidades del astral medio son ayudadas por las comunidades del astral superior, de las que reciben asesoramiento espiritual y técnico para organizar sus comunidades conforme a las leyes espirituales más avanzadas. A su vez, de estas comunidades del astral medio, parten misiones de ayuda a los espíritus del astral inferior que están en condiciones de salir de esa franja vibratoria, por haber tomado conciencia del daño que hicieron, porque han mostrado arrepentimiento y voluntad de mejora, y por haber pedido ayuda sincera para salir de esa situación.
¿Y en qué consisten específicamente esas misiones de ayuda?
Para que os hagáis una idea, podemos decir que las comunidades de espíritus más avanzados actúan como una especie de ONGs espirituales, que bajan a ayudar o a rescatar a los espíritus sufrientes en situaciones bastante comprometidas. Se parece a rescatar civiles heridos por un bombardeo con el acecho de los combatientes, o a los refugiados procedentes de regiones devastadas por las guerras, por las hambrunas, o por las catástrofes naturales. Con este objetivo crean hospitales, albergues y escuelas en ciertas regiones limítrofes entre el astral inferior y medio, para la atención y reeducación de los espíritus recién rescatados de las franjas vibratorias bajas. En estos lugares pasarán el tiempo necesario para su rehabilitación. Una vez
recuperados, muchos de ellos se implican activamente en los mismos trabajos de asistencia y rescate de espíritus sufrientes del astral inferior de los que ellos se beneficiaron, lo cual les hace sentir que son útiles y un poco más felices, porque es la manera que tienen de agradecer lo que se hizo por ellos, y porque desean ayudar de corazón a sus hermanos, pues comprenden perfectamente lo que están pasando, ya que ellos lo sufrieron recientemente en sus propias carnes. Así también se ayudan a sí mismos, elevando su patrón vibratorio con los actos de amor que realizan por los demás. Una vez recuperen el nivel vibratorio adecuado, y si ellos así lo desean, pueden volver a sus hogares espirituales.




1ª Ley: Ley de la Evolución.



• El destino de los espíritus es evolucionar, 
de forma indefinida, para siempre.

• ¿En qué se evoluciona? En Amor y 
Sabiduría. Sin amor no hay evolución. Sin
amor no hay sabiduría. Sin amor no hay
felicidad.

• La evolución depende de la voluntad y
el esfuerzo de uno mismo.

PRIMER CONTACTO


Fue él el que se dirigió a mí primero. 
Me tomó las manos y me invitó a sentarme con él, frente a frente:
Bienvenido. Te estaba esperando¿A mí? ¡Si no te conozco!
Yo a ti sí. Pero eso no importa ahora.
Eh, estoy... ¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Eso tampoco importa ahora. Lo sabrás más adelante.
¿Y tú quién eres?
Llámame Isaías. Y aunque tú no me recuerdes ahora, nos conocemos,
desde hace mucho, mucho tiempo.
¿Y qué relación hemos tenido tú y yo?
Considérame tu hermano mayor.
No recuerdo haberte conocido nunca.
Eso no importa ahora. Aprovecha el tiempo para preguntar cosas
importantes. ¿No tenías preguntas?
¿Preguntas? ¿Qué preguntas?
¿Ahora no te acuerdas? Esas preguntas profundas que tienes desde
hace mucho tiempo y para las cuales no has encontrado respuesta.
¿Y tú cómo sabes eso?
Ya he dicho que te conozco. Conozco muy bien tu interior, así que
pregunta sin temor, aquí eres totalmente libre.
Me siento desconcertado. ¡Este lugar es tan maravilloso! ¡Me siento tan
bien aquí! ¡Es tan diferente del mundo normal! Me siento en paz, tan
lleno de... ¡No sé cómo expresarlo!
¡Tan lleno de amor...!
Es que, no sé... Porque nunca me había sentido así en mi vida. Pero es 
maravilloso.
Es normal. Es tu primera vez, tu primer viaje consciente aquí, en estavida. Pero por favor, aprovechemos el tiempo. Saca a la luz tus
preguntas más profundas.
No sé por donde empezar. Muchas veces me siento vacío, solo e
incomprendido ¿Por qué me pasa esto?
Es normal y a mucha gente le pasa. Es porque vivís en un mundo con
mucha falta de amor, estando unos de espaldas a otros.
Y es cierto que uno puede estar solo en el mundo, aunque tenga mucha
gente a su alrededor, porque el sentimiento de soledad parte de no
sentirse amado, de no sentirse comprendido. La mayoría de gente de
vuestro mundo se ha acostumbrado a vivir así, sin sentir, en soledad
interior, en ausencia de amor verdadero. Creéis que estáis solos porque
todavía no habéis tomado conciencia de que todos vosotros sois
hermanos, que compartís un mismo destino y que os necesitáis los unos a
los otros para poder alcanzarlo.
¿Y cúal es ese destino común que tenemos que alcanzar?
La felicidad verdadera, que sólo es posible alcanzar a través de la
evolución en el amor. El amor es lo único que puede llenar el vacío del
interior.
¿Hay algo que te inquiete especialmente?
La pregunta fundamental, que me atormenta constantemente es ¿por
qué existo y para qué? ¿Para qué he nacido? ¿He venido a hacer algo?
Porque no sé lo que he venido a hacer.
Has venido a evolucionar.
¿Qué quieres decir con evolucionar? ¿Evolucionar en qué?
Al proceso de transformación del egoísmo en amor es a lo que llamo
evolución. Evolucionar significa aprender a amar.
Me hablas de evolución en el amor. Pero no es amor lo que yo veo en el
mundo. ¿Por qué el sufrimiento? ¿Por qué vivimos en un mundo que tiene
tantas contradicciones, desde lo más bello hasta lo más atroz y
destructivo? El odio, las guerras, el hambre, la miseria, el sufrimiento. No
puedo entender qué sentido tiene todo esto. ¿Tiene algún sentido, o se
lo busco pero no lo tiene?
Sí tiene un sentido, evolucionar. Todas esas calamidades de las que
hablas tienen un mismo origen, la ausencia de amor, llamémosla
egoísmo. Igual que la suma del egoísmo de cada persona puede hacer
del mundo un auténtico infierno, como ocurre en la actualidad, cuando
ese egoísmo se transforme en amor, la suma del amor de cada persona
transformará el mundo en un paraíso. En vuestra voluntad está el
transformaros interiormente desde el egoísmo al amor, y si lográis el
cambio interior, entonces el exterior, lo que os rodea, el mundo entero,
cambiará como lógica consecuencia de ello. El mundo físico en el que
estáis está ahí para ayudaros a experimentar en ese proceso de
transformación. Es como la arcilla para el niño que quiere aprender a
modelar.
Sigo sin entenderlo ¿Evolución para qué, hacia dónde? ¿Qué sentido
tiene todo ese esfuerzo si, al fin y al cabo, todo eso se va a terminar con
la muerte?
La evolución de cada ser hacia una mayor capacidad de amar, de
sentir y de saber, hacia mayores cotas de felicidad, no termina nunca,
de lo contrario, no tendría sentido.
¿Qué quieres decir con esto?
Que el ser nunca deja de existir, es decir, es inmortal.
¿Cómo puedes decir eso si cada día vemos como mueren miles,
millones de seres humanos?
Lo que muere es sólo el vehículo que utiliza el ser para manifestarse en el
plano físico, es decir, su cuerpo físico. Su esencia, su conciencia,
continúa existiendo.
¿Quieres decir con esto que existe la vida después de la muerte?
Sí. En realidad lo que quiero decir es que la muerte no existe, y que lo
que se descompone es sólo el vehículo que utiliza el espíritu para
manifestarse en el plano físico.
¿Y qué es el espíritu?
El espíritu es el ser que existe, que vive y siente. En el espíritu es donde
reside la voluntad y la conciencia individual, que jamás se destruye. Tú
eres un espíritu. Todos vosotros, humanos, sois espíritus, sólo que ligados a
un cuerpo material durante algunas temporadas a las que llamaremos
encarnaciones. Creéis que sois vuestro cuerpo físico, pero éste es sólo el
vestido que necesitáis para poder actuar sobre el mundo material.
A ver si he entendido bien ¿Entonces quieres decir que el espíritu, o sea,
nosotros, podemos existir de forma independiente del cuerpo?
Sí, y es lo que ocurre después de la muerte. El espíritu se separa
completamente del cuerpo físico y continúa existiendo, viviendo.
¿Y no puede morir el espíritu?
No, el espíritu es inmortal. Puede evolucionar, cambiar a mejor, o
estancarse, pero jamás destruirse.
Ya, pero ¿qué pruebas tenemos de que exista vida después de la
muerte del cuerpo? Porque, que yo sepa, nadie ha vuelto para contarlo.
Perdona que te contradiga, pero esa afirmación no es totalmente
cierta. Existen miles de testimonios de personas que estuvieron
clínicamente muertas y fueron reanimadas. Muchas de ellas recuerdan
haber vivido ciertas experiencias bastante fuertes y reales para ellos
durante ese periodo de tiempo en el que estuvieron físicamente
muertas.
¿Y estas vivencias que cuentan no pueden ser producto de una
alucinación por el estado tan crítico en el que se encontraban?
Pues debe ser entonces una alucinación colectiva en la que todos se
han puesto de acuerdo en alucinar lo mismo, porque todas estas
personas están contando la misma historia.
Bueno, yo a veces me planteo si mi propia existencia no puede ser una
alucinación...
Para alucinar es necesario existir. Hay una máxima de un pensador de
vuestro mundo que dice: “pienso, luego existo.” Yo añadiría: “siento,
luego existo”. Puedes dudar de la existencia de los demás, porque no es
una experiencia propia. Pero de lo que uno mismo experimenta no se
puede dudar, y la existencia propia es vivida y experimentada por uno
mismo. Al que ha vivido y ha sentido esta experiencia no le cabe duda
de que es real.
¿Y cuál es esa supuesta historia común que están contando?
La separación del cuerpo físico y la visión del propio cuerpo desde
fuera. La sensación de viajar a través de un túnel oscuro, al final del cual
se percibe una luz intensa. El encuentro con familiares o amigos
anteriormente fallecidos. Un diálogo con un ser luminoso. La visión
retrospectiva de la propia vida... Hasta experimentar el regreso al
cuerpo, con un posterior cambio de valores vitales y una nueva
percepción del fenómeno de la muerte. Son personas que dejan de
tener miedo a morir porque ya han experimentado que la vida continúa
y que lo que viene después es mucho mejor que lo que dejan.
Bueno, creo que son impresiones que no dejan de ser subjetivas.
Analizados aisladamente y de manera superficial es muy fácil
desacreditar estos testimonios. Pero cuando algún fenómeno se repite,
con unas características tan notablemente parecidas, con
independencia del país, la cultura y las creencias previas, tanto en
adultos como en niños, creo que al menos invita a que se haga un
estudio serio al respecto. Existen investigadores muy serios y reconocidos
de vuestro mundo que se han dedicado a estudiar concienzudamente
las experiencias cercanas a la muerte, y a recoger los testimonios de
estas personas, como el psiquiatra y filósofo norteamericano Raymond
Moody, o el médico pediatra e investigador en neurología Melvin Morse,
que ha trabajado con niños que han tenido este tipo de experiencias,
entre muchos otros. Te aconsejo que te leas sus libros Vida después de la
Vida y Más cerca de la Luz.
Aun así me parece un soporte poco consistente, casi accidental, para
utilizar como prueba de la existencia de vida después de la muerte.
Proporcionalmente, existen pocos casos de muerte clínica y
reanimación respecto a los que mueren y no vuelven.
Existen muchos más testimonios, precisamente de personas moribundas,
que están en proceso de separación definitiva del cuerpo, al que
llamáis muerte, porque durante este proceso muchas de ellas afirman
ver y conversar con sus seres queridos ya fallecidos o con otros seres
luminosos que les preparan para la transición al otro lado. En casi todas
las familias alguien recuerda un testimonio de estas características
sucedido a algún familiar ya fallecido. Pero normalmente se suele creer
que está alucinando. Nuevamente, parece ser que, cuando se acerca
la muerte, todo el mundo se pone de acuerdo para alucinar lo mismo
en todas las partes del mundo. También ha habido muchos estudiosos,
como la prestigiosa psiquiatra Elisabeth Kubler-Ross, que se han
dedicado a estudiar en serio este tema. Te invito a que leas su libro La
muerte, un amanecer.
Pero todos estos son casos de personas que, aunque hayan estado
cercanas a la muerte, están físicamente vivas.
También existen los testimonios de personas que contactaron con seres
no encarnados, más frecuentemente con seres queridos fallecidos
recientemente, que se despiden de ellos en sueños muy vívidos o en
apariciones a pie de cama. También éste es un caso bastante
frecuente, aunque menos estudiado por los investigadores.
Aun así, creo que debería haber pruebas más sólidas, no sólo limitadas
a la interfase entre la vida y la muerte.
Existen médiums (personas sensibles) que tienen un contacto más
frecuente y duradero con el mundo espiritual.
Esto todavía me parece más difícil de creer.
No lo creas a priori, pero estúdialo, analiza los mensajes recibidos,
porque por la calidad del mensaje conocerás al autor.
¿Y cómo podemos saber que esto no es un fraude, es decir, que el
supuesto médium no finge ser un difunto cuando es él mismo?
El fraude es siempre posible. Pero, al igual que porque algunas personas
falsifiquen dinero no quiere decir que todo el dinero sea falso, porque
algunas personas finjan ser médium no quiere decir que todos los
médium sean impostores o aprovechados. La mejor garantía contra el
fraude es que el médium sea una persona honesta en su vida cotidiana
y no emplee su facultad para su propio lucro. Hay muchas más personas
con algún tipo de mediumnidad innata de las que pensáis,
despertándose ésta ya en la niñez. Pero debido al rechazo e
incomprensión que generalmente reciben de su entorno, tienden a
reprimirla, y los pocos que consiguen desarrollarla convenientemente y
emplearla para el bien común, lo hacen discretamente, para no ser
objeto de burla y descalificaciones que les perjudiquen en su vida
cotidiana.
¿Y por qué unas personas son médiums y otras no? ¿De qué depende
esto?
Depende del programa evolutivo de cada espíritu. Es una circunstancia,
la de ser médium, que se elige y se conoce antes de encarnar, y,
cuando se utiliza correctamente, le sirve al poseedor de la facultad para
avanzar más rápidamente en su evolución, a través de la ayuda que
presta a otras personas. Está muy relacionado con los actos que el
espíritu realizó en otras vidas.
¿Quieres decir entonces que el espíritu existe antes de nacer y que ha
vivido otras vidas?
Así es. Y en la actual vida física, las circunstancias y pruebas que el
espíritu se encuentra están estrechamente relacionadas con las
decisiones que tomó en las vidas físicas pasadas, y en el periodo de vida
entre encarnaciones, no ligado a un cuerpo físico.
Y qué pruebas tenemos de que existan vidas anteriores, es decir, de
que exista la vida antes del nacimiento?
Existen los testimonios de personas que tienen recuerdos de vidas
pasadas, que pueden ser espontáneos (sobre todo en niños) o inducidos
través de hipnosis regresiva. Hay bastante bibliografía al respecto.
especto al recuerdo en niños, te recomiendo que leas el trabajo de Ian
Stevenson, un médico psiquiatra canadiense, que se dedica al estudio
de los supuestos casos de reencarnación en aquellos niños pequeños
que "recuerdan" una "vida anterior". En la actualidad lleva estudiados
más de 2500 casos de posible reencarnación en todo el mundo. Ha
publicado más de 20 libros y diversos artículos en revistas especializadas
de Psicología y Psiquiatría. Te recomiendo su libro Veinte casos que
hacen pensar en la reencarnación.
¿Y no puede ser todo esto fruto de la imaginación?
Admitiendo que haya casos que puedan ser fruto de la imaginación o
de alguna alteración psíquica, o de cualquier otra razón, existen muchos
otros en los que las personas recuerdan detalles muy concretos de la
vida pasada anterior que han sido históricamente comprobados.
Recuerdan lugares, acontecimientos, nombres, con mucho detalle,
muchos de ellos vividos en países en los que la persona jamás ha estado
en su vida actual. Los casos más llamativos son aquellos que suceden en
niños de corta edad, que pueden incluso hablar espontáneamente en
un idioma al que jamás han estado expuestos en la vida actual, siendo
éste un recuerdo del idioma que hablaron en la vida anterior. Suelen ser
niños de entre 2 y 4 años de edad, que empiezan a hablar a sus padres
o hermanos de una vida que tuvo en otro lugar y en otro tiempo. El niño
suele sentir una atracción muy fuerte hacia los hechos de esa vida y con
frecuencia insiste a sus padres en que lo dejen volver a la familia en la
que afirma haber vivido anteriormente.
Bueno, los niños tienen mucha imaginación. Es complicado darle
credibilidad a estos testimonios.
Pues se trata de una imaginación prodigiosa, cuando lo que “imaginan”
se demuestra que es una realidad. Por otra parte, hay muchos casos de
personas adultas que recuerdan vidas anteriores cuando son sometidos
a regresiones hipnóticas.
¿Y no puede ser que esa supuesta vida recordada sea fruto de la
imaginación, sugestionada por la propia hipnosis?
Vuelvo a repetir lo mismo. Admitiendo que haya casos que puedan ser
fruto de la imaginación o por cualquier otra razón, existen muchos otros
en los que las personas recuerdan detalles muy concretos de la vida
pasada anterior que han sido históricamente comprobados. También
resulta llamativo que muchas personas, y en contra de sus creencias
religiosas, que no admiten la existencia de la reencarnación, cuando
son sometidas a hipnosis regresiva recuerden acontecimientos de vidas
anteriores. Pero todo ello requiere un estudio serio y exhaustivo, para
poder separar lo que puede ser sugestión de lo que es un posible
recuerdo de otra vida. Existen muchos estudiosos serios que se han
dedicado a explorar la posibilidad de la existencia de vidas anteriores a
través de las respuestas obtenidas de personas sometidas a hipnosis
regresiva, como la psicóloga Helen Wambach, autora del libro Vida
antes de la vida, el psiquiatra Brian Weiss y su libro Muchos cuerpos, una
misma alma), o el anteriormente citado Raymond Moody, en su libro
Regresiones. Todos ellos han que explorado las respuestas a las
preguntas realizadas bajo hipnosis a miles de personas acerca de sus
posibles vidas antes del nacimiento, han reconocido una serie de
elementos comunes en estas experiencias y han llegado a conclusiones
semejantes.
¿Y cuáles son esas conclusiones?
Que la vida física no es más que un instante de la vida real, que nunca
acaba. Que la muerte del cuerpo no es el fin, sino una etapa de
transición hacia otra existencia menos limitada. Que todos nos vamos a
reencontrar con los seres queridos que se fueron al otro lado antes que
nosotros y que también nos los vamos a encontrar en encarnaciones
posteriores. Nos dicen que realmente existe un plan para cada uno de
nosotros, que pretende que vayamos creciendo, tanto en sabiduría,
como en amor, y que sea por nuestros propios méritos, a base de
experimentar en el plano físico, con libertad. Que las circunstancias a las
que nos enfrentamos en la vida no son fruto del azar, sino consecuencia
de los actos realizados en vidas anteriores. Que antes de nacer ya
conocemos las pruebas a las que nos vamos a enfrentar en la vida y
que nos preparamos concienzudamente para intentar superarlas con
éxito.
No entiendo cómo pueden sacar estas conclusiones de lo vivido en
otras vidas físicas, si en esas vidas tenemos la misma conciencia que en
esta, es decir, somos tan inconscientes de la existencia de vidas
pasadas como en esta.
Porque muchos de ellos no sólo recuerdan los detalles de vidas pasadas,
sino que, al mismo tiempo, recuerdan el motivo por el que tuvieron que
pasar por ciertas vidas y pruebas. Es decir, también recuerdan lo que les
sucedió en los periodos entre vidas físicas, en los cuales no estaban
encarnados. Hay investigadores que se han dedicado a investigar
específicamente esos recuerdos de periodos entre encarnaciones,
como el doctor en psicología Michael Newton. El Dr. Newton se ha
especializado en inducir estados hipnóticos muy profundos en los que las
personas recuerdan el espacio entre una vida y otra y las decisiones que
los llevaron a encarnar precisamente en determinado tiempo, con
determinada familia y bajo determinadas circunstancias. Te recomiendo
sus libros Vida entre vidas y Destino de las almas.
¿Y qué tipo de pruebas o circunstancias son esas que tenemos que
pasar en cada vida y por qué?
Muchas de esas pruebas consisten en experimentar en nosotros mismos
aquello que hemos hecho a los demás, en enfrentarnos a las
consecuencias de las situaciones que nosotros mismos hemos
provocado, para que tomemos conciencia del sufrimiento o felicidad
que estas acciones han tenido sobre los demás. Las pruebas son de lo
más variopintas, pero en general son pruebas que tienen la intención de
que nos vayamos desprendiendo del egoísmo y creciendo en amor.
¿Y es necesario morirse o vivir una experiencia cercana a la muerte
para experimentar la conciencia de que tú eres tu espíritu y no tu
cuerpo?
No. De hecho todos vosotros tenéis la capacidad de separaros
temporalmente de vuestro cuerpo, y así sucede de forma inconsciente
en una etapa del sueño. Pero hay gente que es capaz de conseguir
inducir esta separación de forma consciente a través de ciertas técnicas
de relajación. Los viajes astrales aportan pruebas de que la conciencia
no está ligada al cuerpo.
¿Qué es un viaje astral?
Es una separación temporal del cuerpo ¿Pero por qué preguntas lo que
ya sabes? ¿Acaso no has llegado aquí de esa forma?
Yo sólo estaba intentando probar lo que otros han descrito. Una cosa es
la teoría y otra la práctica ¡No me esperaba que fuera a ocurrir algo así!
Pues ocurre. Tu cuerpo no está aquí. Está tumbado en tu cama. Pero tú
sí.
¿Quieres decir que, no sólo podemos vivir sin estar ligados a un cuerpo,
sino que estando físicamente vivos podemos salir y volver del cuerpo sin
que se produzca la muerte?
Así es.
¿Qué es lo que se separa exactamente?
Se separa el espíritu del cuerpo físico que, como ya he dicho, sólo es un
revestimiento que se utiliza para poder actuar en el mundo físico. Sin
embargo, esta separación es solo temporal y siempre existe un nexo
entre los dos que nunca se rompe y que permite la vuelta al cuerpo
físico sin que haya ningún tipo de problema de salud. Es el llamado
cordón de plata.
¿Qué es el cordón de plata?
Es el nexo de unión entre el cuerpo astral y físico, como un cordón
umbilical que permite aportar al cuerpo físico la energía vital que
necesita para continuar con vida en ausencia del cuerpo astral. Los
clarividentes suelen describir este "cordón" como una especie de hilo
muy elástico de tono plateado, extensible hasta el punto de que por
mucho que se separe el cuerpo astral del cuerpo físico, el cordón
siempre da de sí lo necesario, es decir, se alarga hasta grandes
distancias cuando el espíritu se separa y viaja lejos del cuerpo físico.
¿Y dónde va el espíritu cuando se separa del cuerpo?
Donde su pensamiento le lleva, al mundo astral, y ese es un viaje natural
que responde a una dinámica necesaria en el desarrollo humano. Esas
visitas nocturnas procuran a la persona energías y experiencias que le
ayudan más tarde en su vida física, puesto que allí es asistido por
entidades espirituales más avanzadas que le aconsejan y guían. Si
quieres saber algo más, te aconsejo que leas el libro El viaje astral de
Oliver Fox.
¿Cuerpo astral? ¿Mundo astral? ¿Entidades espirituales? ¡Buf! ¡Espera un
poco! ¡Esto va demasiado rápido para mí!
Bueno, yo sólo intento responder a lo que tú me preguntas. Pero, como
vamos saltando de unas cosas a otras, no podemos profundizar en
nada. Si te parece lo que podemos hacer es dejarlo aquí por el
momento, porque ya es hora de que vuelvas al cuerpo. Ahora ya tienes
algunas cosas sobre las que ir indagando por tu cuenta, y reflexionando.
Busca los libros que te he recomendado e intenta leerlos. Te servirán
como prueba para confiar en que todo esto que has vivido no es una
alucinación de tu mente, sino una auténtica realidad.
o sé si me acordaré de todo...
No te preocupes. Si pones tu voluntad, recordarás lo que necesites para
encontrarlos. Recoge las nuevas preguntas que te vayan surgiendo
durante ese tiempo para formularlas en las próximas ocasiones en que
nos veamos, si es que quieres que nos sigamos viendo.
¿Cuándo nos volveremos a ver?
Depende de ti. De si quieres seguir profundizando en los temas que tan
superficialmente hemos comenzado a abordar, o prefieres quedarte
como estás.
A medida que vamos hablando me van surgiendo más preguntas,
respecto a la evolución, a la inmortalidad del espíritu y estas cosas.
Guárdalas para la próxima ocasión. Lo que podemos hacer es ir
abordando las preguntas por temas aunque, como verás, es casi
imposible profundizar en algún aspecto sin necesariamente entrar en
otro tema. También las respuestas sugieren otras preguntas que
requieren más explicación.
Pero tienes que entender que de momento mantenga una postura de
escepticismo respecto a lo que cuentas.
Lo comprendo. Sé que tu búsqueda de respuestas es sincera y que estás
abierto a escuchar, de lo contrario yo no estaría aquí. Percibo que has
escuchado detenidamente y que necesitas tu tiempo para meditar lo
que hemos hablado. Eso es suficiente para mí. Hasta la vista, hermano.
Adiós Isaías.
Y, casi sin darme tiempo a despedirme, sentí un fuerte tirón. Y con la
misma velocidad con la que había salido catapultado hacia fuera, sentí
como si me lanzara en caída libre a la velocidad del rayo hasta
precipitarme sobre mi cuerpo. La vuelta al cuerpo fue muy dura. ¡Qué
contraste con la liviandad de estar fuera del cuerpo, con la dulce y
serena vibración que sentí en aquel lugar de ensueño! Sentí frío. Me sentí
mareado, con ganas de vomitar y pesado, como si me hubiera puesto
un traje de plomo que pesara cien kilos. Al principio no podía moverme,
no podía hablar. Fue entonces cuando comencé a tomar conciencia
de lo que me había pasado. Estaba impactado. Lloré de emoción.
Aquella había sido la experiencia más extraordinaria de mi vida. Durante
los meses siguientes intenté volver a la normalidad. Pero por mucho que
lo intentaba no podía ver las cosas de la misma manera. Casi todo me
parecía banal. Las preocupaciones cotidianas, el trabajo. Muchas veces
me quedaba como ido, sin escuchar, sin ver lo que había a mi
alrededor, pensando en aquella experiencia. Me daban ganas de
contárselo a la gente, a la familia, a algún amigo. Pero luego mi sentido
común me decía que no me esforzara, que no lo iban a entender, que
me iban a tomar por un loco. Me sentía un extraño, como si fuera
extraterrestre. Me preguntaba cuánta gente habría experimentado
aquello. Con el tiempo comenzaron a surgirme dudas ¿Y si todo hubiera
sido una alucinación, fruto de mi imaginación? Para intentar
contrarrestarlas recordé algo que Isaías me dijo: “Busca los libros que te
he recomendado y léelos. Te servirán como prueba para confiar en que
todo esto que has vivido no es una alucinación de tu mente”. Me puse a
buscar por Internet los libros. No podía recordar los nombres y los títulos,
pero sí palabras y nombres que recordaba de nuestra conversación.
Puse en Google “reencarnación, vidas pasadas, vida después de la
muerte”, y empezaron a surgir los nombres de autores y títulos, y pude
reconocer entre ellos los que Isaías había mencionado. Los estudié con
detenimiento, confirmando punto por punto lo que él me había dicho. Si
aquello había sido una alucinación era realmente muy acertada.
Volví a tener ganas de ver a Isaías. De que su mirada dulce me
reconfortara. De sentirme otra vez en paz. Los libros me habían ayudado
a saber que había otra gente intentado responder a las mismas
preguntas que yo, y que ellos, por su parte, habían emprendido un
camino para intentar responderlas. Pero también me generaron muchas
más preguntas, preguntas que iba anotando en una libreta y que
repasaba mentalmente de vez en cuando para poder recordarlas, por si
tenía oportunidad de volver a ver a Isaías. Aunque me costaba
reconocerlo, necesitaba que Isaías me siguiera explicando, aclarando
dudas, porque aquel anciano joven había conseguido por primera vez
que las respuestas de alguien me llegaran muy profundamente.
Además, ¡me hacía sentir tan bien, tan querido...! Seguía siendo
escéptico, pero algo en mi interior me decía que estaba en el camino
correcto. Así que retomé los ejercicios de relajación con la esperanza de
volver a contactar con Isaías. Y me volví a salir del cuerpo. Está vez no
necesité tanto esfuerzo. En sólo cinco sesiones estaba fuera. Volví a
experimentar las mismas sensaciones, el mismo viaje. Y allí estaba él.
Esperándome de nuevo, con una sonrisa en la cara y su mirada
enternecedora de la primera vez.